No. Así no basta
Ni el humo del cigarrillo aplastándonos
en este pequeño y breve espacio que no alcanza
si te miro
La ciudad nos juega y hace tantas veces trampa
escondida o distante
bajo la noche con su púrpura incansable
y sus lugares conocidos y negados
en que quieres
No sé qué más darte para que te quedes
No sé que inventos traer al mundo para hacerlo vivo
sin que nos mate
la impaciencia de todos los días que empequeñeces
al instante
No. Así no basta
Quedarse tan profundos en el silencio
que nos destruye la intimidad ya amarga
y que temes
Nuestra cura y nuestro medio, nuestra puerta
espera intranquila a ser tomada y abatida
porque contar olas sin cerrar los ojos a la brisa
es dejar a sueltas las miradas y las hierbas
El bar intacto, el cine, el aura
La zona, y sus laberintos empedrados
el bosque de gente allá en los parques
Tiembla al frío la distancia
El sonido de las sombras chocándose en el piso
o las cálidas espirales de las horas anunciando algo
nos van transfigurando desde el norte nuestro jueves
metiéndose despacio y silenciosas bajo el disco del lavado
Si pudiera moverte mi cuerpo hasta el chiste
Si pudieras decirme al fin todo lo callado
Si quisieras herirme el alma en el costado
Si quisieras sanarme un poco de lo triste
Si pudiéramos escaparnos para siempre del pasado.