¡Toc, toc…! Debes de estar durmiendo… abriré la puerta más despacio para no despertarte.... perdóname, no intento molestarte toda la tarde ni la noche.... ssssh, te susurraré al oído para que tengas un buen despertar... ssssh, toco tu pelo, qué nariz tienes, siempre me gustó, ssssh, tu nariz me dice que la muerda, pero si lo hago te despertarás asustado, es mejor seguir el camino de abajo, ssssh… es que duermes en una postura tan sugerente, que provoca la contradicción de lanzarse a tu cuerpo o contemplarlo sin más... ssssh, qué estarán soñando tus ojos (¡perdón, debo seguir hacia abajo!), tu espalda es como un paisaje habitable, dan ganas de perderse en sus bosques... sssssh, recorro la espiral de tu vientre, me da ligeros mareos al seguir las líneas... no sé si deba seguirlas hasta "allí", porque hay una señal que pone algo así como "prohibido" y me pregunto si es que conservas tu valiosa flor para alguien adecuada... ssssh, esa puerta está tan cerrada, podría entrar de otra manera, por las ventanas, hay muchas; podrían ser tus ojos cerrados, las caricias en tu pelo... ¡esa técnica no falla! Las caricias en cualquier parte, cuidadosamente bien hechas, sacuden todo un templo… ssssh… El tuyo ahora que duerme y que no quiero despertar... ssssh, me conmueves, ssssh, duerme. Ahí te dejo una nota para que sepas que estuve aquí; un beso en tus labios... si sientes que queman un poco, no te preocupes, al despertar se te pasará... ssssh.