Entonces es cierto eso de las codornices y los relámpagos
y de las dos líneas verticales que bajan por tu cuerpo
y los vidrios rotos de la madrugada a pleno sol naciente
como los ojos de tu cara o tu rostro: tu mirada.
Vendrá otro año nuevo igual que antes de Cristo
y otro invierno comerá las migas de Diciembre
porque se enfriarán los bosques y las hojas del viento
esperando nosotros a que te sientes a hacer pis detrás del árbol.
Entonces será cierto eso de la modernidad que ha muerto
y de los post y pro y plus y quién sabe si con todo ello Dios
y los lacónicos versos de un viejo colgado ya de las tetas del otro mundo
con los sensibles silbidos que esperaban las tecnovírgenes en los balcones.
Se irá otro instante sin nosotros dormidos de la mano y de los pies
se perderá la historia de las imágenes que nunca nos hicimos
esa historia eternamente inédita de los vagabundos y las almas
porque ya no vende lo que es de ambos, sino lo que no es tuyo ni mío.