ondulando hacia este "es esto"
disfrutando de una cosa pequeñita
mal llamada Gran Esfera.
Y más que física geográfica
es una sensación de risa en alabastros
confinada a unos dientes de colmillos afilados y punzantes.
Qué sé yo, todavía la saliva se me esconde
al darte el miedo que te doy y repugnancia,
he sabido y he encontrado ojos parecidos en mi nacimiento,
una mierda, otra mirada.
Y ese insecto, que volando en primera clase
nos trae porcino sus evangélicos disfraces
para que aprendamos a comprar por daños.
Es una cosa rara,
vivir así sin querer nada y, sin embargo,
tenerlo todo justo debajo del brazo.
No más amigos,
canas al aire...
que una paja y una mano
basten para calmarnos...
Yo no critico, menda,
sólo hago lo que manda hacer el gran hermano.