Qué dice la mar y sus oleajes
de concreto vidriado y laminado
Qué comenta el transeúnte
deseoso de eclipses y azares
Los soles, ojos parpadeantes
de neones purpúreos e incitantes
La boca que quiere besos
y besa sangre, sudor contaminado
Qué quise cuando aún ingenuo
e inmaduro decidí quedarme
Qué cuentas, me preguntan
mis “sino” al doblar la esquina
Mis brotes, desde el alma,
truenan sin relampaguearme:
La tragedia que empezó
cuando naciste todavía... No termina!