Miles Davis & John Coltrane - Autumn Leaves.mp3

miércoles, noviembre 26, 2008

AHORA QUE ES LUNES

A dónde iremos a parar. Nadie supo nunca aquella verdad tan tangible de la locura de vivir a tientas, casi a ciegas. Treparse así tan ordinariamente en los ojos de una hermosa adolescente para decirle, con las palabras que se escapaban de los gestos y los silencios, que la vida no era sólo ir al colegio y hacer estrictas filas para cantar el himno nacional, y que no todo era dos por dos a la equis, butano o mil novecientos sesenta y tres en mil novecientos noventa y siete. Lo absurdo fue siempre la defensiva a la que siempre estuvimos amarrados. Que, irónicamente, nos confundieran con las rebeldías sin causas de todos los tiempos, nos ponía siempre a un paso y a un metro por delante y por encima de la misma dirección y autoridad del colegio. Nadie se percataba, porque nadie hubiera podido, de que en aquel tiempo, nosotros ya estábamos siendo dos jóvenes precisamente anacrónicos y, lúcidamente, satíricos mordaces de todo norma o ley que no fuera la de la libertad experimentada y aprehendida por las propias manos, y no aquella que se rezaba cada mañana antes de empezar las clases. Al final nos concentramos tanto en protegernos de las críticas y las artimañas que elaboraban los maestros (y algunos estudiantes en secreta colaboración) para neutralizarnos, es decir, para jodernos y embrutecernos o conformarnos con lo que había, que no supimos, y no sabemos hasta este siglo, como maniobrar y asumir una vida donde a nadie le importa ya lo que hagas o lo que tengas, sino lo que estás en disposición de dar, perder o dejarte quitar. Ni visionarios ni revolucionarios. ¿Profundos o altivos? ¡Jamás bajos ni superficiales! Mucho menos medianos, mediocres, moda, boga, esnob ni todo adjetivo que simbolizara la enriquecedora vida del ordinario rebaño.

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Eres un maldito anacrónico atemporal, Elvis.

Cuidate de la literatura, imbécil.